La Epidemia y el Bálsamo

Imposible predecir su llegada, menos aún el tamaño de la calamidad y sus inimaginables consecuencias. Millones de indefensos seres vivos sucumbiendo bajo el oscuro y silencioso manto de la muerte. Tres cuartas partes de una sola especie arrasadas por un giro inesperado de los propósitos de la Madre Naturaleza. Europa devastada y el futuro de los frutos de un sólo género en absoluta incertidumbre. Después de interminables años de zozobra, lo inesperado: la propia especie salvándose a sí misma. La vid salvó a la vid de su propia extinción, al menos en la versión que hoy conocemos. La filoxera, el parásito que causó tanto daño en los viñedos del Viejo Mundo fue contenido gracias a la ciencia y a la prodigiosa solución de un acertijo. De la erradicación de la plaga salió fortalecida y, aunque la filoxera sigue viviendo entre los viñedos del mundo, el ingenio humano ha logrado contenerla.

Recurrentes son y seguirán siendo, la enfermedades, las epidemias y las pandemias que de cuando en cuando azotan con fuerza inusitada la vida de todos los seres vivos que habitamos esta pequeña esfera de tierra y agua. El avance de la tecnología vinícola, apenas terminada la pesadilla, ha sido exponencial. Si somos capaces de salvar la vida de una planta maravillosa que nos procura las uvas con las que elaboramos la más sagrada de las bebidas, podemos también salvarnos a nosotros mismos y también salir fortalecidos. Miles son los muertos por los efectos nefastos del llamado coronavirus, pero miles de millones los sobrevivientes que seguirán cargando con sus penas y algunas glorias por un poco más de tiempo. Que las vides originarias del continente americano hayan socorrido con éxito a las provenientes del Viejo Mundo fue un acierto del ingenio humano, como lo será, en algún momento, el control de esta y otras desgracias.

Borges dijo alguna vez que el miedo es una forma de la esperanza. Ver atravesar delfines en estos días por los canales de Venecia es una pequeña pero esperanzadora señal de sobrevivencia por encima de nuestros miedos.

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La Aventura del Vino en América